Yupanqui y Borges tienen un punto en común: la serenidad. Ambos la buscaban y creo la encontraron. Desestimaban conceptos como felicidad y libertad. La serenidad la encontraban menos abstracta, más identificable en el cuerpo, más perceptible con los sentidos, al alcance de la mano, en un planta, una lectura, una charla, en un mirar, en un escuchar, en un silencio.
Sin posts