El cerro
Se dispone a subir un buen cerro de estos lares del sudoeste bonaerense. Grupo de personas, salen caminando, algunos apurados, otros a tranco firme, otros lentos. Al rato, todo se acomoda, el cerro y su pendiente empezó su trabajo y ordena los ritmos y los lugares. Tiempo + cerro= las personas en su lugar. Tiempo + realidad= las cosas en su lugar. Les pega una frenada a los que iban rápido para su ritmo, permite adelantar a aquellos que iban regulando, deja andar a quienes lo respetaron. Medida límite, hace bajar a aquellos que lo subestimaron y sobreestimaron sus condiciones físicas. Abajo. Volvé cuando estés listo y con humildad. El cerro pone las cosas en su lugar.
El barro
El tema será cuando el agua baje. El problema quizá no sea tener el agua al cuello, sino meterle mano al asunto cuando baje, empezar a quitar el barro antes que se seque y se haga estructura, y encontrar aquello que no queríamos, pero que sabíamos que estaba. Y ver lo que emerge, protuberancias, el olor a rancio, los animales muertos, las patas y manos arrugadas, la marca del agua como machimbre en la pared. A dónde pondremos todo esto arruinado que estaba bajo el agua. Dónde irá a parar. Un desierto de cosas mojadas habremos de hacer.
“¿Dónde están las palabras, dónde la casa, dónde están mis antepasados, dónde están mis amores, dónde mis amigos?
No existen, mi niño. Todo está por construir. Debes construir la lengua que habitarás y debes encontrar los antepasados que te hagan más libre. Debes construir la casa donde ya no vivirás solo. Y debes construir la nueva educación sentimental mediante la que amarás de nuevo. Y todo esto lo edificarás sobre la hostilidad general, porque los que se han despertado son la pesadilla de aquellos que todavía duermen”.
TIQQUN
La tierra
Uno limpia una papa por simple y llano miedo. El miedo a la tierra. Está inculcado. Cualquier cosa que tenga tierra se la limpia. El piso, las zapatillas, el auto, las manos. La tierra estaría sucia. La lógica se extiende a demás terrenos de la existencia. El miedo como factor de toma de decisiones.
“Come tierra”, “Pata sucia”, dicen, queriéndome denigrar. Dejame comer tierra tranquilo. Que se me pegue la tierra. Que se me quede entre las uñas, en las patas, en el pantalón. Limpiate las manos vos, que hacés el trabajo sucio.
Uh, este otra vez
Un sitio donde podés encontrar cosas para leer que pueden resultarte, en un principio, intrascendentes, pero en un segundo momento, también.
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¿Quién lo escribe?
Hilario Capeans.