Uh, este otra vez… Se llama así este correo ¿Por qué? Ya lo intuirán. Por lo general, y al menos para mí, en este momento tecnomediatizado de productividad intensiva suele ser un garrón recibir un mensaje, mail o notificación de alguien que te envía un texto para leer.
Me hago cargo, es un garrón, pero lo escribo y lo envío.
Un texto por semana, tal vez menos, tal vez más.
Ejes
- Impresiones (sobre mí, disparadores, cosas que leo, veo, tanteo, etc., etc.)
- Mediaciones (Política, Sociedad, Medios, actualidad como excusa, ma… qué se yo)
- Contate una (Narraciones ¿ficcionadas?)
Las categorías no son kantianas, si es que es posible eso. Son compartimentos que más que aislar evidencian filtraciones entre uno y otro, pero que por razones de salud y decoro uno ensambla con esmero para amurar en el intento de hogar que es la vida.
La idea es compartirles unos artículos al mes, variando de categoría aunque no de manera constante. También puede ser uno al mes, vaya a saber, porque soy holgazán y en mis pensamientos me proyecto aún más holgazán. En el mejor de los casos puede que sea un texto por semana, o sea cuatro al mes. Habitualmente serán escritos, aunque también puede ser contenido sonoro. Qué es esto de comenzar con tantas salvedades y conectores adversativos, no parece muy auspicio. Esto sí es arrancar bien. Bueno, la cuestión es esa, más claro no puedo.
Comienzo
“-¿Se trata de una cita? -le pregunté.
-Seguramente. Ya no nos quedan más que citas. La lengua es un sistema de citas”. (J.L.B.)
Probablemente estas líneas tengan olor a justificación, a descargo anticipado por lo encontrado por el lector en esta publicación, pero a veces es imposible decir algo nuevo. El autor piensa que ya está todo dicho y todo escrito, que su pensamiento no es más que una serie de citas o paráfrasis de pensamientos de otras mentes, por demás superiores. Sin embargo, en otros momentos piensa que el pensamiento es cuando es dicho, cuando se hace forma a través de la escritura, del habla, cuando es expresión. El pensamiento es en tanto expresión. Y aquí mismo se observa nuevamente transcribiendo cosas que ya se han dicho ¿Cómo salirse de esta paradoja? Haciendo caso omiso de ella. Todo está dicho y aun así todo está por decirse.
No obstante lo anterior, y continuando con las citas, más que un uppercap a la mandíbula del lector, lo siguiente parece ser una cachetada mal direccionada, pifiada, tirada al aire, que termina con quien intenta pegar/escribir cayendo de jeta al piso.
Las ocurrencias son así y es preferible morder la lona a no subir al ring.
Pasado de peso, lento de reflejos, flojo de piernas, con menos cintura que un pollo, el autor se manda a la pelea para ver cuántos rounds o páginas aguanta y ver si saca algunos mangos, o aunque sea unos aplausos o palmadas en la espalda.
En casi todas las experiencias pasadas de escritura tuvo la sensación de haber perdido mal por nokout. Hoy espera, por lo menos, no pasar vergüenza.
Más abajo debería aparecer la opción de desuscribirte. Si te parece auspicioso, podés aguantar un par de entregas, y hasta quizá te da ganas de compartirlo, vaya a saber.